Las aventuras gays continuan

Le propuse ir a mi casa, pues estaba solo, y me dijo que si... por lo que fue un día de sexo gay bestial, no sabía que mi vecino es homosexual, pero estoy encantado... el próximo día os contaré el resto de la historia, que ahora voy algo justo de tiempo. Hasta luego mariquitas mios.

No soy gay ni nada, mas un día pasó un episodio que es digno de describir, por el hecho de que me ha movido el cerebro. Nos juntamos a tomar con múltiples amigos, y se nos pasó la mano a todos. Recuerdo haber ido al baño y al regresar me tiré en cama de la habitación en donde estamos con otros 4 amigos. 2 de ellos estaban plenamente borrados y el tercero, no tanto. Me eché en cama y según lo que parece me dormí ciertos minutos, ya saben como es ese tema, te tumbas y duerme, despiertas para fingir que prosigues vivo mas estas con el cerebro fallecido. En ese intertanto un amigo, el que estaba más lúcido se acostó junto a mí. Yo tengo panza, no estoy gordito ni flaco, mi amigo es igual a mí, mas más alto, los dos con barba gruesa
De súbito siento que me stán metiendo la mano en el pantalón para tocarme el trasero, mi amigo se estaba acercando a mi y me quería besar.
Medio despierto se lo dejo, medio dormido lo rechazo.
Mas pasó algo increíble, su barba rasposa con la mía me empezó a calentar.
Con sus manos toco mi trasero piloso y eso me calentó mucho.
Empezamos a besarnos delante de nuestros 2 amigos, que a esa altura no sé si estaban conscientes o bien no.
Nos besamos con calentura extrema, con estruendos con lengua, con ganas.
Velozmente meto la mano en su pantalón y inicio a tocar su trasero.
Asimismo era piloso como , era algo rarísimo, me calentaba mucho.
Deslicé mis dedos por la línea de sus nalgas, y el empezó a apresurar el ritmo de sus besos.
Por último metí un dedo en su orto, lo sentí apretado y me costó metérselo al comienzo, "me duele un poco" me afirmó, eso me agradó más todavía y sin contemplación llegué en el fondo, escuchando un lamento de placer en mi oreja que me hizo estimar llegar más lejos.
Nos besamos el cuello, las orejas, con lengua, mas su barba, su masculinidad con la mía sin nada de rastros de homosexualidad en nuestra amistad me produjo una calentura jamás ya antes vivida con todas y cada una de las mujer con las que he estado.
"Salgamos" me afirmó, se puso de pie y dejamos a nuestros amigos en la habitación (nunca supe si apreciaron lo que pasó o bien no, no me resulta interesante tampoco) Llegamos al Living de la casa en donde estábamos.
Nos besamos mucho, nos empezamos a tocar el pene por sobre la ropa, a tocarnos los traseros, a apretarlos a acariciarnos con ropa todavía mas tocando piel.
En ciertos instantes procuramos separarnos y parar, mas y deseábamos saber que podría pasar.
Nos sentamos en el suelo, el sacó mi pene y lo empezó a masturbar, y lo dejé, estaba verdaderamente excitado, se quejaba de placer todavía sin tocarlo.
Asimismo saqué su pene.
Estaba muy caliente, era delgado mas largo, lo sentí húmedo, ya había eyaculado según parece y ya estaba caliente de nuevo.
Sin pensarlo se lo empecé a chupetear.
Ese pedazo de carne templados, ese aroma a hombre, mis manos olian a trasero de hombre a sudor, y su pene a líquido seminal sutil, me agradó.
Para mi sorpresa mi amigo no me dejó proseguir con eso.
Me desvistió el torso y empezó a tocarme los pezones, a morderlos y languetear mi pecho piloso.
Lo dejé pues lo esta gozando.
Yo asimismo lo proseguí tocando, su trasero era grande, durísimo por el deporte, muy piloso y me agradó.
En el suelo el me quito el cinturón y me desvistió, y el asimismo lo hizo.
Me quiso poner en 4 patas y lo dejé, mas no me metió su pene, mas mi ano ardía, ya sabía lo que deseaba.
Nos pusimos de pie, desnudos y lo inicio a besar en el cuello, el empieza a chillar de placer.
De súbito y con una fuerza de animal me vira, me toca la espalda y me hace agacharme sobre el sillón más próximo.
Sin escupo sin lubrificante sin nada, me mete su pene en mi ano.
Me dolió mucho, me ardía, mas solo escucharlo gemir me volvía desquiciado, al par de minutos mi ano dilatado recibía el primer pene de su vida.
Me agradó tanto que me empecé a desplazar por mi cuenta, el me arañaba la espalda y me tiraba el pelo y era una perra con un pene en mi ano y lo gozaba.
Entonces decidió sacarlo, de la nada, no acabó en mí.
Entonces se inclinó y empezó a chupetearme el pene, con su boca barbuda, su lengua de hombre a agitarse como perra en mi pene, lo gozaba y se lo tragaba entero, eso fue fantástico, jamás me lo habían chupado de esta forma, como solo otro hombre le agrada que se lo chupen, lo escupía, lo miraba, me miraba a los ojos y le tiraba el pelo apra que entrase con más fuerza, se pone de pie y nos besamos, tampoco acabé en su boca.
Mas escuchamos estruendos en la habitación y decidimos parar y también irnos.
Camino a casa charlamos del tema, ninguno comprende que pasó, tampoco lo hemos intentado nuevamente, somos hombres, calientes, y trasero que se nos ponga encima, se nos para, esa fue nuestra conclusión.
Ahora este episodio es mi mayor motivación para masturbarme, no me siento gay mas agradezco la experiencia, espero que más de alguno se toco el día de hoy pensando en mi.